Sentir a Dios es algo que va mas allá de las palabras, este sentimiento vibra en el alma, se extiende en la conciencia y explota en el cuerpo….. y está latente en todos nosotros, esperando dulcemente que guardemos silencio en nuestras mente...s para que llegue la comprensión y el amor por el todo dentro de cada uno de nuestros poros….sentados, acostados, con los ojos cerrados y el corazón latente, sin juicio, sin pasado, sin futuro, sin apegos, sin pensamiento, sólo el instante presente, con el corazón limpio y en sintonía perfecta con el canto…así el amor se siente, se expande y se reparte, bailando en la conciencia del Uno
Embriagada por el éxtasis entré por las puertas del templo de blancas paredes y en ausencia del cuerpo, de los afectos y de la mente, experimenté en forma directa eso que es la verdad, dejando de existir realmente la mente en si misma y todas sus sombras vanas e ilusorias.
miércoles, 30 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
Era Extraña...
En su mirada detenía la alborada, y en la ventana dibujaba una cárcel para detener el sol.
Era extraña.
Escribía poemas que más bien parecían teoremas, que rompían el esquema del amor.
Un sueño...
Un sueño se me perdió en el mar,
en el ocaso de un día,
en el horizonte lejano;
cierro mis ojos y veo el pasado y el presente
cierro mis ojos y veo el pasado y el presente
de mi sueño, el futuro es incierto
pero posible.
El estará, estará esta noche conmigo
y seremos pájaros,
y al amanecer cerrando mi puño
con fuerza retendré al
hombre pájaro, que me acompañó
en la penumbra, y
lo tendré conmigo en la vigilia.
Y la vida será
Nuevamente el sueño.
Milagro de Mujer...
El gesto y pose de galán.
Soledad intensa… Abrupta.
Desafío en la mirada o intriga.
Se percibe, se respira casi una paz con sabor a miel.
Allí, en la distancia, apartado del mundo,
está y no está.
Diseminados, en todas partes,
hay cientos de seres como él,
que en su aparente omnipotencia,
necesitan de “TI”.
Tú, puedes alguna vez destruir tu orgullo, quizá
tu indiferencia, y acercarte.
Curar las heridas morales…
impregnar con un poco de cariño,
con un poco de esa ternura,
que solo de ti puede emanar,
y hacer revivir un alma inerte.
Sería como si floreciera una flor en el desierto.
¡Sería un inmenso Milagro de Mujer!
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