Embriagada por el éxtasis entré por las puertas del templo de blancas paredes y en ausencia del cuerpo, de los afectos y de la mente, experimenté en forma directa eso que es la verdad, dejando de existir realmente la mente en si misma y todas sus sombras vanas e ilusorias.
2 comentarios:
Oye me gusta la forma en que escribes, saludos, di con tu sitio de pura casualidad. Gracias por compartir.
Gracias EliosH, por yu comentario.
Publicar un comentario