Es otra de esas tardes mustias,
donde mi soledad y mi tristeza dejan
reflejar
un hondo sentir a través del espejo de
mi alma.
Y siento… que me siento muy frágil,
que me puedo quebrar en este momento.
Y miro a través de ese espejo más allá
de mi mirada
y veo que si me quiebro, los pedazos de
mi alma
se me van en encanto.
Cierro mis ojos y los vuelvo a abrir,
Ya vez, soy solo un atardecer que
envuelta en un cielo
se muere igual que ayer.
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